Nuestros fundadores comprendieron lo importante que es tener buenos maestros en la vida, y fueron guías para muchos que necesitaban fortalecer su fe y crecer como personas.
Los principios marianistas que caracterizan nuestro estilo educativo permanecen desde el origen de nuestra fundación. Las Religiosas Marianistas somos responsables de conservar este legado y mantenerlo vivo en nuestras obras propias y en aquellas con las cuales colaboramos, sean ellas obras de la Familia Marianista, de la diócesis o intercongregaciones.